INSPÍRATE

Estamos acostumbrados a ver pájaros volar, o a ver sus esqueletos estáticos en los museos de Historia Natural, pero no resulta tan habitual ver un esqueleto de loro volar sobre nuestras cabezas, impulsado por un mecanismo que nos recuerda más a los autómatas del siglo XVII que a las actuales máquinas electrónicas.

¿Cómo vuela este pájaro-esqueleto? ¿Por qué a veces vuela y otras permanece quieto sin que podamos hacer nada para que reanude su actividad?

¿QUÉ NOS TRASMITE ESTA OBRA?

¿Qué materiales / medios se emplean en la obra y por qué? 

Esta obra podría considerarse una instalación escultórica. Se trata de un pesado y complicado mecanismo, con un aspecto tosco y analógico hecho de acero, madera y cuero pero que se alimenta de un panel solar mediante un motor eléctrico que mueve una rueda de bicicleta. Este mecanismo hace que el esqueleto de loro “vuele”.

¿Qué significado tienen los elementos de la obra? 

Cultivering (Cultivation, 2015) muestra la dinámica de poder del mundo. Tener un loro en los Países Bajos es una demostración de poder y estatus social. Sin embargo, este esqueleto de loro solo bate sus alas cuando entra en contacto con suficiente luz solar, devolviendo el control de sus movimientos a la naturaleza.

Los humanos parecemos ser adictos al control, pero también parece haber un límite inesperado a nuestro control. Y las cosas que hemos estado controlando pueden colapsar en un instante.

Un loro en Holanda es un ícono de control. Esto se exagera al hacerlo volar después de su muerte. Está alimentado por un panel solar. De esta manera se entrega de nuevo a la naturaleza. La naturaleza decide si vuela o no y todo el ingenio creado por la artista puede ser en vano, puede no funcionar si no hay suficiente luz.  Esto da motivos para repensar cómo los humanos queremos tener todo bajo control, especialmente la naturaleza.  Sin embargo, también hay momentos en los que perdemos el control. Son precisamente esos momentos los que hacen que la vida sea interesante. Lo descubrimos con un poco de paciencia.

Las máquinas, experimentos, inventos, artefactos científicos extraños y extraordinarios y objetos cinéticos de arte más sorprendentes e inútiles son los que cautivan a esta artista, que crea máquinas móviles complejas que reflejan su visión del mundo.

En general, estas máquinas tratan sobre las emociones humanas y la forma en que las personas actúan.

Sobre el artista

Jelle Korevaar es una artista que crea sus propios animales a partir del estudio la de la tecnología y la biología. Explora la posibilidad de que los animales tengan alma, emociones, inteligencia y todo lo que los humanos siempre han reclamado para sí mismos. Korevaar le da a sus animales artificiales una mente propia a través de este proceso.