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ASTER-23 – OBRA 07 VEINTE VECES VERDAD

VEINTE VECES VERDAD

FICHA TÉCNICA

Título:
Siete veces verdad
Miembros del equipo:
José Carlos Jiménez Revuelta (Ingeniero y Cineasta), Cristina Quintana Laforet (Artista), Natalia Herrera Pombero (Artista y Arquitecta), José Manuel Higes López (Escritor y Matemático), Alberto Muñoz Santos (Artista y Geógrafo)
Científico:
Dr. Francisco Félix Lara Martín
Profesor de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial
Semilla:
IA_07 “Complejidad e indefinibilidad “
Técnica:
Icosaedro de madera intervenido por serigrafía láser, electrónica y proyección
Medidas:
32 x 32 x 32 cm

SEMILLA

LA VISIÓN DE LOS CREADORES DE LA OBRA

¿Cómo nos puede ayudar la inteligencia artificial a alcanzar nuevas verdades? ¿Qué limites tienen nuestro conocimiento y cómo los superamos? En el proyecto “Veinte veces verdad” intentamos responder a estar preguntas de forma artística. Para ello, consideramos que la inteligencia artificial puede ser una herramienta útil para inspirar realidades alternativas que hasta ahora son inimaginables.

Tanto desde el punto de vista lógico como psicológico, el lenguaje y el conocimiento establecido crean una tela de araña que constriñe las verdades alcanzables por el ser humano. En otras palabras, muchas veces, el cerebro humano no construye nuevas verdades sino que usa verdades establecidas para analizar la realidad. Sin embargo, la inteligencia artificial puede llegar a propuestas novedosas que se escapen de la prisión del lenguaje humano. Mostrar e inspirar nuevas verdades a través de la Inteligencia Artificial fue el objetivo de este proyecto.

Construimos un icosaedro de madera en el que cada una de las veinte caras representara un grupo de verdades establecidas. Había verdades sociales, científicas, del mundo de la música, de la religión… Elegimos la madera tanto por cuestiones técnicas como por su aspecto cálido, como elemento opuesto al metal, asociado a la tecnología. De este modo, creamos un diálogo entre el icosaedro que representaría las verdades tradicionales y la inteligencia artificial, representada en forma de pantalla, que sería una especie de ventana a otras posibilidades de conocimiento. En cada verdad del icosaedro, añadimos un punto de contacto. Cuando el espectador presione ese punto de contacto, se mostrará al azar diferentes imágenes generadas por la inteligencia artificial que han sido creadas usando los elementos claves de la verdad correspondiente. Serán imágenes que inspiren una forma salvajemente nueva y creativa de ver esa realidad del mundo.

LA VISIÓN DEL COMISARIO SOBRE LA OBRA

Todos los creadores de esta instalación aúnan en su persona facetas muy dispares: José Carlos Jiménez Revuelta es ingeniero y cineasta; Cristina Quintana Laforet es artista visual y músico; Natalia Herrera Pombero, artista y arquitecta; José Manuel Higes López, escritor y matemático; y Alberto Muñoz Santos es artista y geógrafo. Este hecho explica en parte el carácter poliédrico que han proyectado tanto sobre la forma como sobre el fondo de su obra.

Como en el resto de obras de esta exposición, en Veinte veces verdad se presenta una visión alternativa de la Inteligencia Artificial, no dada como una extensión más eficiente y más extensa de la inteligencia humana, sino como un modo de revisión de esta. Para esos artistas, la IA no solo puede ayudarnos a alcanzar nuevas verdades, sino a deshacer muchas de las verdades consolidadas y tomadas de manera acrítica. Ante el entramado cerrado de nuestras formas de conocimiento, ante su enmarañamiento, que alcanza en ocasiones a la lógica misma, la inteligencia sintética tiene la posibilidad de acceder de otra manera, con otro orden, volviendo débiles muchas de nuestras pretendidas consistencias. De ahí que la forma de esta instalación sea declaradamente ordenada y geométrica, un poliedro de veinte caras, un icosaedro.

Para diferentes culturas el número veinte es, desde la Antigüedad, símbolo de orden y equilibrio –no en vano el icosaedro es uno de los sólidos platónicos, y ese calificativo apunta ya a esa perfección de lo ideal–. En esta pieza, no obstante, tal cualidad es tratada irónicamente, ya que, en la interacción con ella por parte del espectador, el presunto orden se revela como el pulido diamante que encierra un universo completo de preconceptos y prejuicios.

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