RIGOR PLASTIC
METAMORFOSIS EN UN ENTORNO DE ECONOMÍA CIRCULAR
Title:
Rigor Plastic. Metarmofosis en un entorno de economía circular
Team members:
Eduardo Lavrador Jiménez (Artist), Yolanda Martín Benítez (Artist), María Díaz Osta (Artist)
Scientist:
Dr. Alberto Romero García
Environment
Seed:
IA_16 “De bioresiduos a bioplásticos en un contexto circular”
Technique:
Installation, sculpture in porexpan and happening
Measurements:
150 x 130 x 50 cm
LA VISIÓN DEL COMISARIO SOBRE LA OBRA
La Naturaleza ya no es concebida, como lo fue en la Antigüedad, como una fuente inagotable de recursos, por eso la comprensión contemporánea de lo natural asume como única vía de desarrollo sostenible la circularidad, bajo la forma de lo que ahora llamamos economía circular. En esta circularidad, uno de los retos más acuciantes es la integración de los productos sintéticos, la incorporación de lo artificial a los procesos de la naturaleza. Este es un asunto por el que se han interesado la ingeniería de materiales y la ingeniería química que, a través del estudio de Alberto Romero García, ha servido de fundamento para la creación de esta obra por parte de este
grupo de artistas.
Bajo la forma de una instalación interactiva cercana a un “happening”, esta pieza muestra un complejo proceso de circularidad en un sistema que traza un ciclo entre elementos naturales y elementos artificiales. Su carácter artístico es singular, porque su concepción y su factura se acercan intencionadamente a un experimento científico, a medio camino entre la investigación y la demostración. Es también insólita en el conjunto de obras de arte que se acercan a la naturaleza en el amplio contexto del arte contemporáneo, porque la incorporación de animales, que en este caso es adecuada y beneficiosa para ellos, es inusual por evidentes cuestiones éticas. Aquí las larvas de escarabajo viven en un ecosistema rico, visible directa e indirectamente –a través de cámaras– por parte del espectador.
Aunque la instalación celebra la última esperanza de la naturaleza con la integración de los bioplásticos, también alude de manera sombría a la acción humana y al futuro de su propia especie: la pieza de poliespán que devoran las larvas es una figura humana yacente, que va siendo horadada y desapareciendo en el transcurso de la obra. Es también la visión funesta del tiempo la que se impone, porque la propia existencia de los insectos como larvas determina la de la obra misma.
LA VISIÓN DE LOS CREADORES DE LA OBRA
Rigor Plastic es un happening instalativo conformado en un proceso artístico autorregulado y circular dentro de una urna transparente de metacrilato de 1,50x50cm continente horizontal de una figura de porexpan, situada sobre una tamiz a media altura de la urna, siendo esta figura alimento de los Zhopohba Morio, pequeños gusanos de la familia de los Tenebrionidae (larvas en su estado juvenil, y escarabajos en su estado adulto), cuya enzima que produce sus intestinos es capaz de digerir sin dificultad este material. El oxígeno que producen y sus excrementos abonan el sustrato, base de la urna, del que germinan plantas totalmente comestibles como lechugas y leguminosas.
Obra viva en cadena. Toda ella responde a una economía circular para disminuir el impacto medioambiental de los plásticos, todos los elementos actúan a modo de ensamblaje, interactúan perfectamente creando un microclima propio, formando parte de un todo. La posibilidad de reciclaje de un material altamente contaminante y tóxico, y de gran impacto ambiental con una deficitaria degradación, que afecta a nuestro desarrollo hormonal, degradando el sistema inmunitario y provocando cáncer y otras enfermedades crónicas. El carácter de la obra es precisamente mostrarla como experimento, y como tal puede sufrir algún tipo de variación, como ocurre en todos los procesos científicos. Por ello es importante destacar que la aplicación de estas larvas, ya se usa en multitud de laboratorios en todo el mundo, con lo cual, la utilización de las mismas está totalmente reglada. La intención de la misma es dar a conocer este tipo de prácticas desconocidas por muchos y necesaria para todos, mostrándola como método de divulgación científica, en contraposición de lo que supondría, crear un modelo funcional rentable para procesar plástico.
