

FICHA TÉCNICA
Title / Título:
Hearing the rainbow / Escuchando el arcoíris
Team members / Miembros del equipo:
Áurea Muñoz del Amo (ES) artist / artista; Cachito Vallés (ES) artist / artista; Carmen Salazar Pera (ES) artist, bachelor of medicine and surgery / artista, licenciada en medicina y cirugía; Helena Hernández Acuaviva (ES) artist / artista; Natalia Herrera Pombero (ES) artist, architect / artista, arquitecta
Scientist / Científico:
Francisco Manuel Ocaña Campos (ES) professor of experimental psychology and principal investigator of the Neuroscience of Well-Being research group / profesor de psicología experimental e investigador principal del grupo Neurociencia del Bienestar; Antonio Burgos Rodríguez (ES) degree in pharmacy and secondary school teacher / licenciado en farmacia y profesor de secundaria; Benjamín Rodríguez Expósito (ES) degree in biology, PhD in psychology and professor at UNED and Nebrija University / licenciado en biología, doctor en psicología y profesor en la UNED y en la Universidad Nebrija
Neuroscience of Well-Being Research Group of the University of Seville / Grupo de Investigación Neurociencia del Bienestar de la Universidad de Sevilla
Seed / Semilla:
“Synesthesia” / “Sinestesia”
Technique / Técnica:
Installation, mobile sculpture, and videomapping / Instalación, escultura móvil y videomapping
Dimensions / Dimensiones:
90 x 160 cm
SEMILLA
La sinestesia es un fenómeno perceptivo en el que la estimulación de un sentido provoca una respuesta automática e involuntaria en otro. Algunas personas pueden “ver” sonidos en colores, “saborear” palabras o “sentir” texturas al escuchar música. Aunque históricamente se ha considerado una rareza, la investigación neurocientífica ha revelado que la sinestesia es una manifestación de la conectividad del cerebro y un ejemplo extremo de cómo nuestros sentidos interactúan de manera natural en la percepción cotidiana.

LA VISIÓN DE LOS CREADORES DE LA OBRA
Ver el color de la música, saborear el sonido de la lluvia, sentir el sabor pinchando la piel, ver el calendario alrededor, sabiendo exactamente la posición de un recuerdo por su posición y color… Poseer el don de la sinestesia es percibir el mundo desde una sinfonía de percepciones sensoriales que, bajo los estímulos correctos, permite sentir el mundo de una forma totalmente única. Un cúmulo de sensaciones que, lejos de conformar una cacofonía delirante, muestra la armonía tras unas relaciones no metafóricas entre los distintos mundos pertenecientes a cada sentido.
Como instalación, Hearing the rainbow, trata de acercar al espectador a un modo de percepción multimodal negado para un porcentaje mayoritario de la población. Una aproximación a la impresión sinestésica desde una perspectiva ajena y respetuosa, en un intento mayor de entendimiento a través de la práctica artística. En base a ello, el movimiento implícito en la obra deja entrever, según el impacto de los estímulos cromáticos, la relación o no de una serie de sonidos con sus respectivas formas y colores asociados. Asociaciones metafóricas e impuestas para el no sinesteta, pero subjetivas, propias, inmediatas e irreprimibles para los dotados por esta percepción multimodal.
Aquí, la propia experiencia del espectador es clave. A través de la inmersión es posible completar esta obra de carácter multidisciplinar. Los artistas se convierten aquí en meros facilitadores de la experiencia sensorial para su vivencia por parte de aquel que quiera vivir en primera persona un simulacro de esta percepción tan especial. Para todo aquel que quiera escuchar los colores del arcoíris…

LA VISIÓN DEL COMISARIO SOBRE LA OBRA
Esta instalación SciArt nos invita al íntimo mundo de la sinestesia, una rara condición neurológica en la que los sentidos se entrelazan, permitiendo “oír” los colores, “ver” los sonidos o “saborear” las formas. La obra no pretende replicar literalmente esta sinfonía sensorial, sino evocar su lógica poética. A través de una interacción inmersiva con la luz y el sonido, los espectadores experimentan una realidad construida en la que el color desencadena sonido y forma, alentando a repensar cómo percibimos y nos relacionamos con el mundo.
La pieza cuestiona las separaciones cartesianas de los sentidos, proponiendo una comprensión más integrada y encarnada de la percepción. Evita exotizar o patologizar la neurodivergencia, posicionando en cambio la sinestesia como una forma válida y enriquecedora de ser. En un contexto social dominado por la cognición estandarizada, la instalación celebra la diversidad cognitiva y abre un espacio para la empatía y el asombro. Los artistas se retiran, permitiendo que la experiencia subjetiva de cada visitante co-cree la obra, como un acto de inclusión radical y liberación sensorial.

Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades @fecyt_ciencia