INSPÍRATE

En el espacio expositivo nos encontramos una pieza escultórica que nos recuerda a una forma coralina, realizada en material transparente, con celdillas ocupadas por una sustancia verde, su visión suscita múltiples preguntas: ¿estamos en la superficie de la tierra o en el fondo del mar?, ¿qué me transmite?, ¿para qué todo ese despliegue?, puesto que dotada de cualidades plásticas innegables ¿es una obra de arte?, o estamos dentro de un laboratorio biotecnológico ¿qué hay más allá de la pura contemplación estética de la obra?

¿QUÉ NOS TRASMITE ESTA OBRA?

¿Qué materiales / medios se emplean en la obra y por qué? 

Esta obra podría considerarse de tipo escultórico-instalacionista o, atendiendo al proceso de producción podríamos avanzar una nueva categorización y hablar de una escultura bio-digital o bioescultura.

En la actual era digital, está surgiendo una nueva interacción entre la creación y los campos de las ciencias de la vida, la neurociencia y la biología sintética. La noción de “vivir” adquiere una nueva forma de artificialidad, que impregna toda nuestra esfera urbana, el aparato global de la urbanidad contemporánea. Aquí, la miniaturización, distribución e inteligencia de las redes urbanas hechas por el hombre han alcanzado la complejidad en el ser humano, generando procesos evolutivos de la vida sintética en la Tierra, una nueva generación de gruesas pieles arquitectónicas biofílicas receptivas a la vida urbana.

En este caso los autores se basan en la morfología del coral recreando, mediante un algoritmo, el crecimiento de un sustrato con dicho aspecto. Técnicamente, las máquinas de impresión 3D depositan el material plástico en capas de 400 micrones, soportadas por unidades triangulares de 46 mm y divididas en bloques hexagonales de 18,5 cm. Las cianobacterias fotosintéticas se inoculan en un medio de biogel en las células triangulares individuales, o bio-pixel, formando las unidades de inteligencia biológica del sistema. Sus metabolismos, propulsados por la fotosíntesis, convierten la radiación en oxígeno y biomasa reales. El valor de densidad de cada biopíxel se calcula digitalmente para organizar de manera óptima los organismos fotosintéticos a lo largo de las iso-superficies del aumento de la radiación entrante. Entre los organismos más antiguos de la Tierra, la inteligencia biológica única de las cianobacterias se reúne como parte de una nueva forma de arquitectura bio-digital.

Aplicando la biomimética, en H.O.R.T.U.S. XL la estructura principal, impresa, es el resultado de un algoritmo inspirado en la morfogénesis colectiva del coral y en el estudio de modelos biológicos de endosimbiosis, una interacción biológica en la cual un organismo habita en el interior de otro. Así, las celdas de la estructura albergan un compuesto verde denominado biogel compuesto por oxifotobacterias o cianobacterias fotosintéticas, microorganismos capaces de realizar la fotosíntesis oxigénica. A través de este proceso, esta especie de algas toman los electrones necesarios del agua y la contaminación para producir oxígeno puro, actuando como un depurador de aire natural, totalmente sostenible.

¿Hablamos de generación de vida, de creación de “jardines humanos”?.

¿Qué significado tienen los elementos de la obra? 

 La obra H.O.R.T.U.S. XL avanza hacia el futuro reconectando con la naturaleza, obteniendo de su sabiduría las herramientas necesarias para crear lo que han denominado una bioescultura. Ante ella, el imaginario adquirido de la filmografía clásica de ciencia ficción palidece (Blade runner; El quinto elemento; Avatar; Cocoon; 2001, una Odisea del espacio, etc.).

Gaudí dijo en una ocasión “el arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos”. El arquitecto modernista anunció con esta frase lo que hoy conocemos como biomímesis, una ciencia basada en el estudio de la naturaleza como modelo e inspiración. Desde entonces, la biomímesis ha sido aplicada tanto en arquitectura, donde los nidos de pájaro por ejemplo han ayudado a combinar flexibilidad, ligereza y resistencia en zonas propensas a los terremotos, hasta algo tan cotidiano como el velcro, una sencilla adaptación de los cardos borriqueros.

En esta pieza se produce una suerte de imitación de la naturaleza mediante la aparición en el espacio expositivo de una forma marina, descontextualizada, fuera de su hábitat, dotada de lo que adivinamos como un insospechado poder transformador del medio ambiente, a pesar de su generación basada en materiales plásticos. Gracias a ella, aplicando la biotecnología y ampliando nuestros horizontes es posible imaginar un futuro sostenible y respetuoso con nuestro planeta donde tecnología y naturaleza tengan cabida y se beneficien mutuamente. H.O.R.T.U.S. XL no sólo ejemplifica esta posibilidad, es también una forma de llamar la atención sobre esta cuestión, siendo una pieza que vale para concienciar y educar acerca de este problema y la necesidad de pensar en nuevas soluciones.

Sobre el artista

Claudia Pasquero y Marco Poletto, autores y fundadores de ecoLogicStudio (Londres, 2005) www.ecologicstudio.com. Socios de investigación: Urban Morphogenesis Lab en The Bartlett UCL, Synthetic Landscape Lab en Innsbruck University y Wasp Hub en la University of Southern Denmark.